El proyecto se define a partir de las oscilaciones entre los ciclos de luz y oscuridad, organizando la vivienda en torno a los usos determinados por el día y la noche. La zona de día diáfana y abierta, agrupa todos los usos sociales en una única gran estancia. Por contraposición, la zona de noche es cerrada y destina sólo la superficie necesaria para desarrollar cómodamente estas actividades, limitando su superficie. Entre el "día" y la "noche" aparece un espacio de transición, versátil en su uso, capaz de adaptarse con facilidad a diversas situaciones según las circunstancias. Este ámbito intermedio puede cerrarse para transformarse en un tercer dormitorio o permanecer abierto y funcionar como escritorio vinculado con la zona abierta. Un núcleo compacto contiene las funciones húmedas.
El objetivo principal del proyecto ha sido liberar la mayor parte de la superficie para destinarla a los espacios que se comparten durante el día, favoreciendo relaciones más directas entre sus habitantes durante las horas de luz y cerrándose  gradualmente a medida que nos adentramos en la vivienda.