Reforma de un ático en el centro de Logroño para destinarlo a uso turístico. Al tratarse de una vivienda en un ático con la cubierta inclinada, la sección es determinante. En la distribución original la cocina consume la mejor zona de la planta de una manera ineficiente, perdiendo también altura con un peldaño y un falso techo.
La primera decisión que se toma es eliminar la cocina de su posición original para reubicarla dentro de un mueble contenedor que atraviesa y organiza la planta longitudinalmente, alojando funciones por ambos lados. Esta intervención nos permite, por un lado, eliminar el peldaño existente en la cocina para ganar más altura y concentrar los servicios de manera más eficiente.
La nueva distribución prioriza la sección, reservando las zonas de más altura para las funciones que se realizan predominantemente de pie, para minimizar el impacto de la escasa altura en los bordes. De esta forma, logramos liberar espacio para ubicar la mesa junto a la ventana, en la zona con mayor altura tras la eliminación del falso techo. Las actividades que son susceptibles de soportar una altura menor, como estar sentado en el sofá, se reservan para la zona más baja de la planta.